La imaginación de la minimonina empieza a crecer con ella, ultimamente ve animales de colores poco habituales.
El otro día entramos en una tienda en la que suele haber un perrito detrás del mostrador, ella siempre entra ilusionada esperando jugar con el perrito pero ese día el perro no estaba. Empezó a llorar como una loca porque quería ver al perrito. Para distraerla le dije que seguro que en la calle veríamos más perritos y le pregunté: -¿Cómo quieres que sea el perro que vamos a ver? ¿grande o pequeño?¿con las orejas largas o el pelo largo? y ella me contestó muy seria que lo quería ¡rosa! y empezó a repetirlo una y otra vez: -pelo dosa(perro rosa).Y después decía:-¡ ahí!. Y señalaba hacia donde parece ser que estaba el perro rosa.
Y algo parecido pasó también con un caballo lila que decía ver por la calle, lo malo fue que el día que fuimos al picadero a que montara a caballo(de verdad). ¡Lalo lila (caballo lila),Lalo lila, Lalo lila! y no tenían ningún caballo lila y tuvimos que convencerla de que se conformara con un caballito negro.
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